DHS - Nota para mis alumnos 19 enero 2023
Sat Nam
¿Qué tal? Buenos días, tal y como os comenté en la clase del pasado jueves, 19 enero, me tomo la libertad de enviaros estos comentarios y propuestas que creo importantes recordar y tener presentes para vuestra práctica de Yoga.
Por un lado hay que tener en cuenta que ya vamos teniendo una edad en la que el cuerpo, nuestra salud, tal vez esté algo oxidada, un poco nada más, y es que hay qué tener en cuenta el estado de nuestro cuerpo y nuestra salud, también actuar conforme aquello que el personal sanitario nos prescribe.
Dado que la asana, la postura, que nos indica la instrucción de yoga, en ocasiones es difícil de realizar, por su nivel de exigencia física y mental, también para una persona joven y atlética, con unas buenas cualidades físicas, más aún lo es para personas ya maduras, en la flor de su vida, como nosotros. Por lo tanto, para la práctica de asana queda claro tenemos, tal vez debemos, tener la libertad, sabiduría y conciencia de aplicar variantes, adaptaciones, también alternativas para poder realizar dicha práctica de la forma más adecuada y favorable posible.
En ocasiones esas adaptaciones, esos cambios y esas alternativas pueden dar pie a juicios equivocados, valoraciones, incomodidades, que no tiene nada que ver con el yoga, y en cambio nos pueden apartar de su práctica por vergüenza, incomodidad o creencias y juicios equivocados.
Humildemente os recuerdo que las primeras asanas descritas en los textos genuinos de Yoga (hace más de 2.000 años, por ejemplo los Yoga Sutras de Patanjali o los Upanishads), las asanas eran todas sentadas, posteriormente fueron surgiendo textos donde ya se indicaban algunas más (por ejemplo en el Hatha Yoga Pradipika del siglo XV). De manera que los maestros en función de sus cualidades fueron trabajando más unos aspectos concretos del yoga, también relativo a asana, y otros maestros fueron trabajando otros, enriqueciéndolos, de manera que ha habido un proceso, una transformación, también de la asana, con adaptaciones y variaciones importantes. Y es que la evolución puede ser parte del proceso manteniendo su esencia, correspondiendo a un desarrollo más extenso por parte del maestro en cuanto a la flexibilidad, la atención, el equilibrio, el dinamismo, la intensidad, etc. también creando nuevos estilos y asanas de yoga.
En la actualidad el concepto genuino de asana en yoga, algunas veces, tiene poco que ver con el existente hoy, dado que en ocasiones el concepto de asana se identifica con cualquier postura, también colgado de una cuerda o tela, o sobre una plancha de surf, por ejemplo. Cierto, en nuestros días el nombre de yoga y asana en ocasiones se utiliza también como negocio y como tal, ha perdido toda o parte de su esencia. Dado lo cual el concepto de yoga y asana de hace más 2.000 años puede estar muy lejos de algunos conceptos y prácticas de yoga y asana actuales.
Pero volviendo a nuestra clase y práctica de yoga, y siendo muy flexibles y tolerantes con esos procesos y evoluciones en la asana, entiendo es de nuestro interés focalizarnos en la asana como un elemento indispensable para avanzar en el camino del Yoga.
De manera que, después de reflexionar durante un tiempo, entiendo es conveniente ir un paso más allá, reconociendo que en ocasiones las necesidades y la situación de cada practicante varía y puede ser diferente, y dado que desde la instrucción ya personalizada en clase, es muy limitado llegar a todos los detalles, creo es buena opción tener un contacto personal, individual o grupo reducido, con cada una de vosotras, de vosotros, con la intención de ampliar las variantes y alternativas en asana, llegando al máximo de detalles, para que la práctica sea lo más correcta, adecuada y fluida posible, también con el mínimo de riesgo, de manera que podamos ir teniendo un poquito más de aprovechamiento de la práctica.
Es importante la experiencia que sacamos con cada práctica, también con asana, de manera que nos sea útil en el camino del Yoga, por lo tanto es importante que esa asana, esa postura que no sólo es física, que también es mental, vaya enfocada para hacerla de una manera fluida y amable, y conseguir encontrar con mayor facilidad posible esa postura que en cada caso sea la más adecuada, es decir, en relación a ti y solo a ti, que esa postura adaptada te sea de utilidad para la práctica, y creo eso hay que hablarlo en persona fuera de la clase.
La otra parte es que esa asana tal vez con el tiempo pueda evolucionar en un sentido de más flexibilidad, más fuerza, más tensión o todo lo contrario, reducir un poquito de tensión, necesitar aplicar menos fuerza, menos flexibilidad, y esa asana hay que irla construyendo poco a poco, con ello ayudar a nuestro estado de salud y nuestra práctica.
Bien, esta es mi reflexión y propuesta que comparto con vosotras, con vosotros, dado entiendo importante entendáis que la asana no es necesariamente la instrucción ni la figura que está en el manual, ni su duración, ni el ritmo descrito, que sin duda la mejor opción es llegar a esa postura ideal, a esa postura perfecta, seguro, pero si no podemos llegar a ella en el momento actual ten en cuenta que hay muchas opciones y alternativas válidas en la práctica de yoga.
De manera que desde fuera del yoga pudiera parece algo incorrecto aplicar una variante, una alternativa a una asana en kriya, incluso una pequeña modificación a la asana (como por ejemplo doblar un poco los codos, las rodillas), desde el yoga no solo es aceptable sino necesario, por tanto correcto, incluso deshacer la asana y permanecer con atención en postura fácil visualizando la instrucción, visualizando la asana, acompañándola del pranayama e introspección, con esa mirada interna hacia nuestro ser interior, manteniéndonos en estado de Yoga.
Por lo tanto no debemos limitar la práctica de asana a conseguir una figura idéntica a la que se imparte en la instrucción de la asana, sino que sencillamente aceptar aquella alternativa, aquella opción que permite aproximarte tanto como sea posible a la asana descrita en la instrucción, esa opción será correcta, igualmente correcta. Cierto, tal vez el fruto de esa asana adaptada no será el mismo, pero dará su fruto también a través de la intención, a través del compromiso, de la devoción, de esa entrega a la práctica sincera, generosa desde el corazón.
También hay que tener en cuenta que para la práctica de yoga la asana tiene gran importancia, pero no las miles de asanas que pueden haber hoy en día, en ocasiones con unas pocas es suficiente. Por lo que si la instrucción de asana va más allá de nuestra situación hoy, sencillamente adoptar la postura fácil puede ser la mejor opción, porque al final de todo, recuerda que el objetivo en clase es llegar al estado de meditación. Por lo tanto, si durante el calentamiento o la kriya, tú necesitas deshacer la postura y hacer una variante, una alternativa, o simplemente quedarte en postura fácil esa postura es la apropiada. Por un lado te permite seguir la clase, de forma tal vez limitada o sencillamente visualizando la asana, y por otro te mantiene en la clase, y situarte en posición de poder realizar una práctica de meditación, de aquietamiento del cuerpo y de la mente, una práctica de introspección, que te ayuda a conectar con tu alma, con tu ser interior, en paz, en calma, tranquilamente.
Así pues ya te comunico me pongo a tu disposición para mantener ese encuentro personal cuando lo creas conveniente para ir avanzando en este tema, donde tu criterio, tu implicación, tu compromiso es determinante, porque con tu atención a tu cuerpo y el consejo e información médica solo tú sabes cómo está tu cuerpo, como está tu mente, solo tú sabes hasta donde puedes llegar y que es lo que puedes hacer, dónde tienes el límite y si no lo sabes pues podemos ir avanzando en ello para ir encontrando ese punto, esos límites y opciones, y que todo ello sea favorable para tu práctica de yoga.
Seguimos en contacto, en servicio.
Dyalhari