Nuevos pulmones y nueva circulación
1) Balanceo de brazos. Ponte de pie. Equilíbrate de igual forma sobre ambos pies. Mantén los dos brazos rectos, sin doblar los codos. Haz buddhi mudra con cada mano (la yema del meñique toca la yema del pulgar, los demás dedos están relajados, pero rectos). Gira los brazos en círculos gigantes por arriba y por atrás de la cabeza, luego, hacia abajo y hacia delante. El ritmo es automático y fuerte. Concéntrate y pon toda tu energía en el ejercicio. Debe ser un balanceo continuo y suave. Continúa durante 5 minutos. Luego, inhala y estira los brazos hacia arriba, brevemente. Exhala y relaja.
Este ejercicio estimula los pulmones, los meridianos de los pulmones y limpia el sistema linfático superior
2) Balanceo de brazos invertido. Aún de pie, cierra tus manos en puño con los pulgares adentro e invierte la dirección del balanceo de brazos. Gira los brazos hacia abajo cuando van al frente, hacia arriba cuando van hacia atrás, y por encima de la cabeza. Mantén los brazos rectos y muévelos poderosamente. Continúa de 1 a 2 minutos. Luego, inhala hacia delante con los brazos paralelos al suelo. Exhala y relaja.
Este ejercicio equilibra el movimiento del primer ejercicio, y libera la circulación a través del cuello y las mejillas.
3) Inclinación hacia delante con rebote. Ponte de pie. erguido. Levanta los brazos por encima de la cabeza, mantenlos rectos. Inclínate hacia delante y coloca ambas palmas en el suelo. Golpea el suelo con las palmas 7 veces mientras rebotas en la posición inclinada. Canta el sonido ¡Jar! en cada rebote. Después, levántate y aplaude las manos por encima de la cabeza mientras dices ¡Jari!. Crea un ritmo constante, de tal modo que el canto sea un continuo: ¡Jar, Jar, Jar, Jar, Jar, Jar, Jar, Jari! Continúa de 6 a 7 minutos. Inhala y estírate hacia arriba, brevemente. Exhala y relaja.
Este ejercicio estimula el chakra umbilical. Libera la energía de reserva para sanar y coordinar el cuerpo, y para mejorar la circulación en las áreas digestivas. El mantra es un detonador eficaz para la energía del punto del ombligo. También libera emociones como miedo y confusión, las cuales bloquean la capacidad para actuar decisivamente.
4) Levantamiento de piernas con respiración de fuego. Siéntate con las piernas estiradas hacia delante. Mantén las piernas y los costados de los talones juntos. Coloca las palmas en el suelo, al lado de las caderas. Con un movimiento vigoroso, levanta ambas piernas a un ángulo de 60°. Luego, bájalas. Añade una respiración de fuego poderosa. Coordina una inhalación-exhalación de la respiración de fuego mientras levantas las piernas, y otra mientras las piernas bajan de nuevo. Continúa durante 2 minutos
Este ejercicio impulsa la circulación hacia abajo del ombligo y estimula el colon inferior. Aumenta la circulación hacia la parte inferior de las piernas
5) Piernas cruzadas con respiración de fuego. Siéntate con las piernas estiradas hacia delante. Coloca las palmas en el suelo, al lado de las caderas. Levanta las piernas a 45 cm del suelo. Comienza a hacer un movimiento entrecruzado con las piernas. Espárcelas, cómodamente, en un ángulo de 45°. Añade una respiración de fuego en sincronía con el movimiento. Continúa de 2 a 3 minutos. Luego, inhala y sostén las piernas juntas, brevemente. Exhala y relájalas hacia abajo.
Este ejercicio refuerza los efectos del ejercicio 4. pero le añade equilibrio al campo electromagnético. También es excelente para fortalecer el sistema sexual.
6) Brazos entrecruzados con respiración de fuego. Siéntate en postura fácil. Extiende los brazos delante del torso, paralelos al suelo y paralelos entre sí. Las palmas miran hacia abajo. Comienza un movimiento entrecruzado de tijera. Alterna el cruce de los brazos. Cuando los separes, hazlo a lo ancho de los hombros. Añádele al movimiento una respiración de fuego poderosa. Continúa de 30 a 60 segundos. Inhala con los brazos paralelos. Exhala y relaja.
Este ejercicio rejuvenece los pulmones y sincroniza el campo electromagnético del corazón con el ritmo de la respiración.
7) Postura de bebé con respiración de fuego. Siéntate sobre los talones. Inclínate hacia delante y coloca la frente en el suelo. Extiende los brazos hacia atrás, a los lados de tu cuerpo, sobre el suelo. Las palmas miran hacia arriba. Concéntrate en el punto del entrecejo. Haz respiración de fuego. Continúa de 30 a 60 segundos.
Este ejercicio le proporciona un flujo circulatorio al cerebro, a los ojos y a los glándulas superiores.
8) Yoga mudra en movimiento con respiración de fuego. Aún en la misma posición, levanta los brazos y junta las manos atrás de la espalda Entrelaza los dedos de ambas manos en una cerradura de martillo: cruza los pulgares uno sobre otro para cerrar las manos firmemente. Levanta los brazos y. luego, bájalos. Crea un movimiento constante, rápido y rítmico Añádele una respiración de fuego al movimiento. Haz una respiración de fuego mientras los brazos suben y otra mientras los brazos bajan. Continúa durante 2 minutos. Inhala, levanta los brazos, sostén brevemente. Exhala y relaja.
Este ejercicio afecta la parte alta de los pulmones e incrementa el campo magnético.
9) Medita. Siéntate en postura fácil. Las manos en gyan mudra. Vuélvete muy meditativo. Mantén la columna recta, el pecho ligeramente elevado, con la espalda baja metida hacia delante de manera suave. Eleva tus pensamientos al Infinito, a lo Ilimitado y a lo Vasto. Abre tu corazón, y ofrece tu mejor oración personal para el fortalecimiento, la sanación y la conciencia. Pon tu corazón, tu cabeza y tu alma en ella. Continúa de 2 a 3 minutos.
10) Relájate, completamente.
COMENTARIOS:
Cuando los pulmones y la circulación están en excelente forma, tú te sientes lleno de energía y en control. La respiración y su flujo en el cuerpo determinan tu base emocional. Esta serie reconstituye los pulmones y mejora la circulación por todo el cuerpo. Es un kriya corto y rítmico para estudiantes intermedios o para principiantes entusiastas que estén en buena condición. En 22 minutos cada día, puedes practicar este kriya y reconstituir tu sistema. Preparará tus pulmones para una excelente práctica de pranayama en Kundalini Yoga.
Yogi Bhajan enseñó esta serie, originalmente, el 7 de diciembre de 1983