1) Bombea el estómago. Siéntate sobre tus talones. Estira los brazos por arriba de la cabeza con las palmas juntas y presionadas. Inhala. Bombea el estómago: mete el ombligo hacia la columna de manera enérgica y, luego, relájalo de nuevo. Continúa rítmicamente hasta que sientas la necesidad de exhalar. Enseguida, exhala. Inhala y comienza de nuevo. Continúa de 1 a 3 minutos. Luego, inhala. Exhala y relaja. Este ejercicio estimula la digestión y la energía kundalini en el tercer chakra.
2) Cerradura de oso. Siéntate sobre tus talones. Coloca las manos en cerradura de oso al nivel del pecho con los antebrazos paralelos al suelo. Inhala. Sostén la respiración y, sin separar las manos, trata de apartarlas. Aplica una fuerza máxima. Exhala. Inhala y tira de nuevo de las manos. Continúa de 1 a 3 minutos. Inhala. Exhala y relaja.
Este ejercicio abre el chakra del corazón y estimula la glándula timo.
3) Inclinaciones en una postura sentada. Siéntate sobre los talones con tus dedos entrelazados en mudra de Venus por detrás del cuello. Inhala. Exhala e inclínate hacia delante hasta tocar el suelo con tu frente. Inhala y sube de nuevo. Continúa con una respiración poderosa de 1 a 3 minutos. Inhala arriba. Exhala y relaja.
Este ejercicio mejora la digestión y le añade flexibilidad a la columna.
4) Estiramiento hacia el frente (Paschimottanasana o Pinza sentado). Siéntate con las piernas estiradas hacia el frente. Toma los dedos de los pies con la cerradura de dedos (dedo índice y dedo medio estiran el dedo gordo del pie, y el pulgar presiona la uña del dedo gordo). Exhala y alarga la parte interna de la columna: inclínate hacia delante desde el ombligo y continúa alargando la columna. La cabeza es la última en seguir el movimiento. Permanece en esta postura con una respiración normal de 1 a 3 minutos. Luego, inhala. Exhala y relaja.
Este ejercicio le permite a las secreciones glandulares de los ejercicios previos circular a través del cuerpo, y le permite al cuerpo relajarse profundamente.
5) Círculos con el cuello. Siéntate en postura fácil. Comienza a hacer círculos con el cuello en el sentido de las manecillas del reloj, trae la oreja derecha hacia el hombro derecho, la parte posterior de la cabeza hacia la parte posterior del cuello, la oreja izquierda hacia el hombro izquierdo y la barbilla hacia el pecho. Los hombros permanecen relajados y sin movimiento. Permite al cuello estirarse suavemente a medida que la cabeza gira en círculos. Continúa de 1 a 2 minutos. Luego, invierte la dirección y continúa de 1 a 2 minutos más. Trae la cabeza a una posición central y relaja.
Este ejercicio y los dos ejercicios que lo siguen se combinan para abrir la circulación al cerebro y para estimular las glándulas superiores: la pituitaria, la paratiroides, la tiroides y la pineal, las cuales trabajan de manera conjunta para darle armonía a todo el cuerpo.
6) Gato-vaca. Entra en posición de gato-vaca, apóyate sobre tus manos y tus rodillas. Las rodillas están separadas a lo ancho de los hombros y los brazos deben estar rectos. No dobles los codos. Inhala y flexiona la columna hacia abajo, como si alguien se sentara sobre tu espalda. Estira el cuello y la cabeza hacia atrás. Luego, exhala y flexiona la columna hacia arriba, lleva la barbilla hacia el pecho. Continúa rítmicamente con una respiración poderosa de 1 a 3 minutos. Gradualmente, incrementa tu velocidad a medida que sientas que la columna se vuelve más flexible. Inhala en la posición original. Exhala y relaja.
Este ejercicio, además de los efectos mencionados arriba, ayuda a transformar la energía sexual del segundo chakra y la energía digestiva del tercer chakra mientras estimula los nervios principales que se regulan mediante las vértebras cervicales inferiores.
7) Levantamiento alternado de hombros. Siéntate sobre los talones. Alternadamente, sube tus hombros lo más alto posible, mantén la cabeza quieta. En la inhalación, levanta el hombro izquierdo mientras el hombro derecho baja. En la exhalación, levanta el hombro derecho y baja el izquierdo. Continúa rítmicamente con una respiración poderosa de 1 a 3 minutos. Inhala, eleva ambos hombros. Exhala y relaja.
8) Postura de cadáver. Relájate, profundamente. Acuéstate sobre la espalda con los brazos a los lados y las palmas hacia arriba de 5 a 7 minutos.
9) Postura de triángulo (Adho Mukha). Coloca las palmas de las manos y las plantas de los pies sobre el suelo. Los pies están separados a lo ancho de los hombros, aproximadamente. Crea una línea recta entre las muñecas y las caderas, y de las caderas a los talones. La barbilla está metida. Gira las axilas entre sí. Mantén esta posición durante 5 minutos, respira de manera normal. Luego, inhala. Exhala y, lentamente, sal de la posición y relájate.
Este ejercicio ayuda a la digestión, fortalece todo el sistema nervioso y relaja los principales grupos musculares del cuerpo.
10) Caminata de elefante. Ponte de pie. Inclínate hacia abajo y tómate de los tobillos. Mantén las rodillas rectas y comienza a caminar alrededor del salón. Continúa de 1 a 3 minutos. Luego, regresa a tu lugar. Siéntate y relájate.
Este ejercicio ayuda a la eliminación y ajusta el campo magnético para prepararte para meditar.
COMENTARIOS:
Para evitar resfriados y enfermedades persistentes, es esencial que la digestión y la eliminación se mantengan funcionando bien. Añádele a esto un fuerte equilibrio metabólico y tendrás vigorosidad. Este kriya desarrolla estas capacidades. Da fortaleza física e incrementa la resistencia a la enfermedad.