La respiración de silbido cambia la circulación. Los nervios en la lengua activan las glándulas superiores, tales como la tiroides y la paratiroides, y la capacidad pulmonar se incrementa.
■ Frunce la boca.
■ Concéntrate en el tercer ojo.
■ Inhala, haciendo un silbido agudo.
■ Exhala por la nariz.
Variación:
■ Inhala por la nariz y exhala por los labios Escucha el sonido agudo mientras respiras.