Respiración larga y profunda (respiración yóguica)

La respiración larga y profunda es la primera técnica que enseñar a los principiantes después de que hayan aprendido la respiración simple y natural. La respiración larga y profunda usa la capacidad completa de los pulmones al utilizar las tres cámaras de estos:

Abdominal o inferior Pectoral o media Clavicular o superior

La respiración larga y profunda comienza llenando el abdomen, luego, expandiendo el pecho, y finalmente, levantando las costillas superiores y las clavículas. La exhalación es lo inverso: primero, lo superior se desinfla; luego, la parte media: y finalmente, se contrae el abdomen hacia adentro y hacia arriba, a la vez que el punto del ombligo se contrae hacia atrás en dirección a la columna.

Enseñando las partes de la respiración larga y profunda

Primero, haz que el estudiante practique separando las tres partes de la respiración. Siéntate derecho en el suelo, en una silla o acuéstate sobre la espalda. (Cuando estás enseñando a principiantes, es una buena idea partir sobre la espalda). lnicialmente, ten la mano izquierda sobre el vientre y la mano derecha sobre el pecho para sentir el movimiento del diafragma.

1. Respiración abdominal: Deja que la respiración se relaje a una profundidad y ritmo normal. Trae tu atención al área del punto del ombligo. Toma una respiración lenta y profunda al dejar que el vientre se relaje y se expanda. Al exhalar, gentilmente, contrae el ombligo hacia adentro y hacia arriba en dirección a la columna. Para este experimento, mantén el pecho relajado. Enfócate en respirar completamente con el abdomen inferior.

El músculo del diafragma separa el pecho y la cavidad torácica de la cavidad abdominal y los intestinos. El diafragma es una capa de músculo que, normalmente, está en forma de domo (Información complementaria: Un domo, en geología y geomorfología —especie de cúpula—, es un relieve suavemente ondulado y redondeado. Son estructuras que se auto-sustentan.). A la vez que relajas el diafragma y extiendes el abdomen, el domo se aplana y se crea espacio extra para que los pulmones se expandan por encima de él. Cuando exhalas, el domo se recrea y el aire de los pulmones inferiores es empujado hacia arriba y hacia afuera. Este empuje le permite a una porción de los pulmones inferiores ser usada eficientemente.

Coloca una mano en el punto del ombligo y una en el centro del pecho. En la inhalación, levanta la mano en el ombligo hacia el techo. En la exhalación, bájala tranquilamente. Con tu mano, asegúrate que el pecho permanezca quieto y relajado. Muy pronto notarás todos los músculos involucrados en este movimiento.

2. Respiración pectoral: Siéntate derecho y mantén el diafragma quieto. No dejes que el abdomen se extienda. Inhala lentamente utilizando los músculos del pecho. El pecho se expande al usar los músculos intercostales entre las costillas. Haz esto lentamente y enfócate en la sensación de expansión. Exhala completamente, pero no uses el abdomen. Compara la profundidad y el volumen de esta respiración con la respiración abdominal aislada. Si colocas tus manos en las partes superiores e inferiores de las costillas, podrás sentir como las costillas inferiores se mueven más que las superiores. Esas son las costillas flotantes y no están tan fijas al esternón como las superiores. Mucho de la contribución de las costillas y los músculos intercostales viene de una expansión hacia los lados de las costillas inferiores.

3. Respiración clavicular: Siéntate derecho. Contrae el ombligo hacia adentro y mantén el abdomen apretado. Eleva el pecho sin inhalar. Ahora, inhala lentamente al expandir los hombros y las clavículas. Exhala manteniendo el pecho elevado.

Juntando todas las partes: Cada parte de la expansión de la respiración es distinta. Si todas las tres son combinadas, tendrás una respiración larga y profunda completa.

> Siéntate derecho. Si la columna está en una posición equilibrada, las costillas y los músculos podrán moverse libremente.

> Inicia la inhalación con una respiración abdominal. Luego, agrega la respiración pectoral y termina con una respiración clavicular. Las tres son hechas con un movimiento suave.

> Comienza la exhalación relajando la clavícula, luego, lentamente vaciando el pecho.

Finalmente, contrae el abdomen hacia adentro para expulsar cualquier aire restante.

Beneficios de la respiración larga y profunda

  • Relaja y calma, debido a la influencia sobre el sistema nervioso parasimpático.
  • Incrementa el flujo de prana.
  • Reduce y previene la acumulación de toxinas en los pulmones al estimular la limpieza de los pequeños sacos de aire (alvéolos).
  • Estimula los químicos cerebrales (endorfinas) que ayudan a combatir la depresión.
  • Trae el cerebro a un nuevo nivel de alerta.
  • Bombea el liquido raquídeo al cerebro, lo cual da mayor energía.
  • El respirar largo y profundo, más la concentración, estimula la secreción de la glándula pituitaria e intensifica la intuición.
  • El llenar los pulmones a su capacidad, revitaliza y reajusta el campo magnético.
  • Purifica la sangre.
  • Regula el pH del cuerpo (equilibrio ácido-alcalino), el cual afecta la capacidad para manejar situaciones estresantes.
  • Da energía e incrementa la vitalidad.
  • Ayuda a liberar bloqueos en el flujo de energía meridiana.
  • Activa y limpia los canales nerviosos.
  • Ayuda a acelerar la sanación física y emocional.
  • Ayuda a romper patrones de hábitos subconscientes, tales como inseguridades y miedos.
  • Ayuda a combatir adicciones.
  • Recanaliza condiciones mentales previas sobre el dolor para reducirlo o eliminarlo. (Por ejemplo, en el parto).
  • Da la capacidad para manejar la negatividad y las emociones, apoyando la claridad, la calma y la paciencia.